Va el ave con prisa,
porque el tiempo no existe.
No existen las horas ni los segundos.
Sólo existe la prisa.
Atraviesa los ríos negros,
y se sumerge en una nube inocua.
Rinde honores a la cordillera,
y luego regresa con los arrecifes.
Nada lo detiene, es voraz,
al alimentar su sed de viento y brisa.
Gira digno sobre cabezas fatuas,
y su espiral auréolo es finito como el campo.
Se eleva cada instante más alto,
zumbando sus alas y cuerpo.
La prisa alimenta su argumento,
y llega al cielo de febrero.
Me encuentra a mí tendido en las alturas,
con la cabeza llena de lluvia,
y no se detiene a hablarme,
no;
circunda mis piernas con su prisa audaz.
Sin embargo escucho su voz de ave,
que me inunda la conciencia atormentada,
y reconozco pocas palabras,
y las atesoro en mi incetidumbre.
Se ha alejado el ave con prisa,
y me ha dejado austero y silencioso.
Las palabras fueron cinco:
Hogar, Crecer, Carretera, Judas, Amor.
Era la respuesta que siempre
había estado esperando para mi vida.
Y ahora río, a carcajadas, mi dicha.
Va el ave con prisa,
porque el tiempo no existe.
Draco.
viernes, 19 de febrero de 2010
Prisa.
Escrito por Luis Alejandro Bravo a las 7:36 a. m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Cuando vuelas, todo se ve más claro. Puedes volar sobre las nubes, puedes alcanzar el cielo.
Vuelas hacia el infinito y no hay límites.
Allá arriba está la sabiduría y hay algunos que aspiramos a eso.
Saludos.
calma :)
:D sí, calma.
Publicar un comentario