lunes, 1 de marzo de 2010

Para ti.

El aparecido

Como un ángel de fiera pupila
volveré hasta tu alcoba tranquila,
y sabré deslizarme sin ruido
y llegar a tu cuerpo dormido.

En la sombra he de darte, oh amado,
besos fríos igual que la luna.
Y caricias de sierpe ondulante
que una fosa rondará reptante.

Cuando al alba despiertes de frío
encontrando mi sitio vacío
no podrás recobrar el calor.

Si algún día de ti mi ternuna
en tu vida de alegre hermosura
era sólo el preámbulo de mi amor.

Charles Baudelaire.

(I miss you).