miércoles, 31 de marzo de 2010

Another lonely trip to reality (Canción)

Hace poco terminé de escribir una canción que había comenzado sentado en un bus de Valpo a Santiago.
Espero grabarla con guitarra y luego subirla :D Aquí va la letra al menos:


Another lonely trip to reality

Here I am, alone and thinking
of your face, and I'm believing
that every step that I'm taking
is another risk in which I'm living...

but you light up this whole town...

With your smile, your eyes wide open
Cannot believe how lucky I got
when I'm embraced by your arms
and you hold me tight, I could fly so high...

But now I've left you behind.
I'm heading back to my hometown...

Coro:
It's another lonely night trip
to reality.
The wheels don't stop, we're crushing on
but I'm still stuck on you
on your eyes that I see
when I close mine.
When I close mine...

As I'm sitting here, I guess you're walking
up that hill, up to your place,
I really wish you're thinking of me
and missing me as much as I miss your hands,
holding my hands,
taking my heart,
believing that nothing could ever break us apart...

But now I've left you behind.
I'm heading back to my hometown...

Coro:
It's another lonely night trip
to reality.
The wheels don't stop, we're crushing on
but I'm still stuck on you
on your eyes that I see
when I close mine.
When I close mine...

But hey!
please don't fade away.
Just wait,
Just wait for me.
I'll come back,  some other time
and we will light up this whole town

Together <3

Coro:
It's another lonely night trip
to reality.
The wheels don't stop, we're crushing on
but I'm still stuck on you
on your eyes that I see
when I close mine.
When I close mine... (x2)

But now I've left you behind
I'm heading back to my hometown...


Luis Bravo
:D

jueves, 11 de marzo de 2010

Amor mío, mi amor... (Jaime Sabines)

Amor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.

Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.

Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.

Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.

Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,

voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado.

Jaime Sabines. 

miércoles, 10 de marzo de 2010

"Poema para el día lejano"

"Poema para el día lejano"


Cada partícula de césped
reclama tu nombre,
y cada letra de tu nombre
huele a nube.

La comunión del aire con mis pulmones
no es distinta a la de tu aroma
con mis manos:
eres todo lo que siempre
quise proteger.

Definir tu contorno
es entonar un salmo de miel
en jarras de plata.
Lo dulce me embriaga,
y luego sólo puedo ver tu frente.

Estás aquí,
aunque la distancia nos corrija.
Estás aquí,
porque sigo viviendo,
y esa es la mayor prueba.

Sin ti yo no sería.
Sólo lluvia y tus ojos.



Draco.

martes, 2 de marzo de 2010

Las horas de la incertidumbre.

La madrugada del sábado desvió el curso del río. Del río llamado Chile, cuya cuenca hidrográfica se encuentra habitada por aquellos extraños seres de piel y esperanza llamados chilenos. En unos pocos minutos, las cosas cambiaron inexorablemente, y una cicatriz más comenzaba a perfilarse en nuestra corteza humana. El terremoto llegó como llegan las golondrinas, inesperado y brutal. La vida sostuvo su aliento y el pulmón celestial contuvo la respiración: todo el mundo entraba en pánico y la Historia de Chile estaba a punto de marcar otro hito en su línea del tiempo amargo.

Lo transcurrí con personas conocidas (admito que conocía más a algunas que otras), pero por sobre todo lo pasé acompañado. En ningún momento tuve miedo, porque estaba con alguien que me brinda un pilar indeleble en el cual estar suspendido en lo alto sin miedo a caerme. Recuerdo que le abrazé y cerré los ojos. Pensaba para mis adentros que era un simple temblor más, uno de aquellos que solían espantarme la modorra de las noches al escuchar a mi padre gritar: ¡Ya pasó! ¡Ya pasó! Pero luego noté que algo era distinto; el movimiento no se detenía y la gente, que otrora bailaba música pecaminosa, empezaba a correr escaleras abajo. Intenté bajar también, con la mente algo nublada, pero sus brazos me detuvieron justo a tiempo para hacerme entender que la mejor alternativa era esperar que todo pasara y que teníamos que actuar con calma. Esperé. Esperamos juntos. Luego que todo pasó, me dijo que debía llamar a mi casa. Debo confesar que fue la mejor idea de la noche, pues cuando lo hice aún no colapsaban los satélites mentirosos. Hablé con mi madre y les dejé saber que yo estaba bien. Una preocupación menos.

Sinceramente jamás imaginé el daño que había traído este "temblor fuerte". Sólo cuando bajé a las calles de la metrópolis pude ver el caos sembrado en ellas: vidrios rotos, murallas derribadas, sueños resquebrajados. Al enterarnos de que el epicentro había sido en Concepción, se preocupó mucho. Y me preocupé también, pues sabía que sus familiares y amigos estaban allá. Deseé viajar por el tiempo y el espacio y llegar hasta donde sus seres queridos y ver si estaban bien, para poder tranquilizar su ánimo, que de pronto se había desmoronado desde las alturas. Caminamos por la oscuridad, tomados de la mano, hasta llegar a un nido seguro. Desde allí pasamos las horas de la incertidumbre. El terremoto de Chile nos había curtido la piel con un nuevo color demacrado.

En la mañana regresé a casa, algo apenado por dejar a un lado a ese ser perfecto que me traía sonrisas matitunas. El viaje fue largo y con música de fondo pude ir apreciando el desastre que había dejado el terremoto. Fue tan extraño recorrer las calles que siempre recorría y ver cómo ya nada era igual. Si Heráclito decía que el cambio era lo único que existía en el Universo, en aquellos momentos no pudo tener más razón. El aire estaba denso debido al polvo y los rostros de los ciudadanos eran oscuros y nublados. Intenté en vano reconocer mi barrio y luego mi casa; si bien no habían cambiado, había algo en el ambiente que me indicaba lo sempiterno de lo sucedido.

La casa estaba mal por dentro pero bien por fuera. Todo caído, pero daba lo mismo, pues un día bastó para dejar todo como antes. Me sorprendió lo peligroso que hubiese sido haber estado acostado en esa cama infernal, pues se encontraba llena de muebles, libros, y objetos que preferentemente hubieran caído sobre mi frágil humanidad. Vi que todo estaba bien, saludé a mis papás y volví a salir, con la esperanza confiada que le volvería a ver.

Y así fue.

Fueron días muy extraños, que no quiero olvidar pero que de alguna manera quisiera superar, porque estuvieron cargados de tristeza, de pena, de incertidumbre y de anguistia por mi país. Sin embargo fueron días en los que pude compartir con la persona que viene ocupando mi mente por los últimos meses y que envuelve mi existencia en una especie de luz auréola, como el polvo del norte, que te transporta a mundos paralelos donde las personas tienen el alma afuera y con forma de animal :D

El terremoto de Chile fue eso, el terremoto de Chile. Ahora a ayudar y rezar por todos aquellos hermanos que viven en la desesperanza y angustia de no saber si llegarán sanos a casa por las noches.

Yo mientras aquí estoy sentado contemplando lo que es el Santiago del 02 de marzo de 2010, a tres días del terremoto, y a dos segundos de una lágrima honesta.

Draco.

lunes, 1 de marzo de 2010

Para ti.

El aparecido

Como un ángel de fiera pupila
volveré hasta tu alcoba tranquila,
y sabré deslizarme sin ruido
y llegar a tu cuerpo dormido.

En la sombra he de darte, oh amado,
besos fríos igual que la luna.
Y caricias de sierpe ondulante
que una fosa rondará reptante.

Cuando al alba despiertes de frío
encontrando mi sitio vacío
no podrás recobrar el calor.

Si algún día de ti mi ternuna
en tu vida de alegre hermosura
era sólo el preámbulo de mi amor.

Charles Baudelaire.

(I miss you).