miércoles, 6 de mayo de 2009

Día uno


Y claro, todo el mundo parece saber lo que hacen. Y en verdad yo también lo sé; sólo que a veces todos luce caótico en mi mente. Quizás no sé, o quizás si sé, pero cada persona que habla a mi lado, se mueve a mi lado, camina a mi lado, vive a mi lado, reduce cierto espacio para la felicidad. Es así como lo siento: estoy casando, desanimado, deprimido, hopeless, pero en verdad tengo que seguir con esto; sé que puedo, soy capaz. Siempre lo he sido. Esta vez no será la excepción. El cielo luce amable y el aire no escasea, gracias a Dios. Me pregunto si hoy veré a aquella persona de nuevo. En verdad no quiero, aunque sí; es pecaminoso, pero intrigante. No me queda más opción que recuperar lo que voy perdiendo a gotas y beber de la copa de la perseverancia. Quizás así lo logre. Quizás así sobreviva.

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